
La mafia mata. Asesina, despedaza, quema, derrite en ácido y demás amabilidades. No hay espacio para el glamur del cine, al menos en la realidad italiana. No hay mafiosos de honor y líderes de atractivo irresistible sino capos sin piedad ni, a veces, alfabetización. La serie describe el enfrentamiento entre los clanes, las traiciones, las venganzas y la vida personal de los miembros de la camorra.